Llegamos a un paisaje y observamos la inmensidad de este, la belleza de toda la escena. Al momento de tomar la decisión de que vamos a fotografiar tenemos que delimitar esa inmensidad. Viendo que dejaremos entrar en nuestro encuadre e igual de importante que dejaremos fuera. El encuadre fotográfico se refiere a la porción de la escena que utilizaremos para nuestra fotografía.
Mencionamos la fotografía de paisaje para hablar del encuadre fotográfico, pero muy bien podemos hablar de cualquier modalidad fotográfica. Por ejemplo, en una fotografía de aves o fauna podemos llenar el encuadre con el sujeto. O, solo tomar un retrato de la cara del sujeto. Por otro lado, podemos alejarnos e incluir algo de su entorno natural. Esto nos brindará una información adicional que puede hacer que inclusive el mensaje de nuestra fotografía cambie.
La relación de aspecto o el ratio de nuestro encuadre estará determinado de inicio por el sensor de nuestra cámara. Aunque esto no significa que no lo podamos variar. Claro, que a costa de “perder” pixeles del sensor (usando una sola toma).
Podemos utilizar encuadre horizontal, vertical, panorámico o cuadrado. En cuanto al encuadre vertical, ya hemos publicado un escrito. Este tiende a utilizarse en paisaje, ya que permite obtener gran profundidad. También es utilizado para el retrato.
Utilizando encuadre fotográfico horizontal

Con el encuadre horizontal transmitimos estabilidad. Es el encuadre que en la mayoría de los casos viene por defecto en las cámaras. Se usa con frecuencia para fotografía de paisaje. Este encuadre tiene gran valor cuando el entorno es interesante o aporta algunos datos creando contexto a la imagen.
En el caso del encuadre panorámico es un formato impactante que tiende a proporcionar resultados originales. No es un formato donde resulte fácil componer. Esta dificultad es compensada con los excelentes resultados que se pueden obtener con paciencia y práctica.
Sobre el encuadre cuadrado es mejor programarlo en cámara, puesto que recortarlo en postproceso no tiende a ser muy preciso. Funciona bien con elementos cercanos. Igual que, con líneas curvas que salen del encuadre y sugieren una continuidad fuera del encuadre.
Como en muchos otros temas en fotografía, ningún encuadre es mejor o peor que otro. Estos serán herramientas que, bien utilizadas en nuestras composiciones, nos ayudarán a llevar mejor el mensaje que deseamos dar con nuestra imagen.