La línea es un elemento compositivo. Será el segundo elemento compositivo que discutiremos, el primero fue el punto. La línea la podemos definir como una sucesión continua e indefinida de puntos. Aunque es un elemento de gran simplicidad, es muy expresivo. Con él podemos aumentar la sensación de direccionalidad en una composición. Esta puede ser recta o curva, fina o ancha. Se puede dibujar una línea en la frontera visual entre dos tonos.
De igual forma, presenta una dirección, un recorrido que lleva nuestra mirada a la conexión con otras y determina planos pasivos. Una simple línea es capaz de representar emociones y sentimientos, por ejemplo: calma, furia, miedo, entre otros, según su tamaño, forma, dirección, posición y densidad.
Líneas de diferente grosor, rellenando una forma, pueden crear volumen y tonos de luz y sombra. Determinadas combinaciones de líneas producen mensajes con todos sus niveles de significado, sin necesidad de otros elementos. En la naturaleza no resulta fácil encontrar líneas y, menos aún plasmarlas en comparación con las creaciones humanas.
El fotógrafo de naturaleza tiene muy poco control sobre el grosor y la calidad de la línea en sus fotografías. Nuestro trabajo se limita a identificarlas y poder ubicarlas adecuadamente al encuadre, para que sea de beneficio a la composición.
Usos principales de la línea en composición
Asimismo, las líneas nos permiten añadir valores a una imagen y utilizarlos con diversos fines. Debemos estar atentos siempre a su presencia y valorar su incorporación al encuadre con un determinado fin. En fotografía las líneas tienen tres usos principales, aunque es claro que no son los únicos. Estos son:
- Direccionar – Conducir la vista por una exploración previsible de la imagen. Ubicar las líneas con el propósito de ser el punto de partida, llegando siempre a otro de mayor interés. También permiten recorrer el encuadre dando sensación de plenitud, de un buen aprovechamiento del espacio y distribución de los elementos.
- Representar planos de profundidad – Las líneas permiten crear divisiones, particiones del encuadre, que pueden transmitir orden y además sensación de profundidad de plano que se alejan ficticiamente.
- Definir e identificar formas y contornos – Delimitan perfiles y crean estructuras en el espacio.
Tipos de líneas
Tenemos las líneas visuales, creadas por el recorrido del ojo, simplifican el caos en una imagen. Las líneas horizontales y anchas son estáticas y estables, mientras que las verticales tienen el potencial de expresar acción. Las diagonales manifiestan tensión. Tres líneas pueden conformar un triángulo y cuatro líneas un cuadrado o rectángulo.

Por el contrario, las líneas curvas están más basadas en formas orgánicas que en los contornos geométricos. Las que se extienden como una S irregular generan expectación en el observador. Permiten, de una forma sutil y progresivamente, que se siga su perfil, en un patrón de exploración en el que irá siguiendo el propósito del autor. Pasando por las figuras y tonos que forman la composición. Las curvas en S invertidas crean un sutil recorrido visual si se posicionan adecuadamente en el encuadre. Muchas de las fotografías dinámicas que captan nuestra atención, muestran orillas y riberas, con esas líneas sinuosas y grácil. Estas tienden a ser de recorrido diagonal que traza el límite entre suelo y agua.
Sobre las líneas en zigzag, estas tienen gran energía y crean ángulos. Por lo que, pueden resultar inquietantes, atormentadas, dinámicas, aunque sin un sentido firme de dirección.
Luego de conocer, o refrescar, esta información podemos darle más importancia a estos elementos visuales en nuestras composiciones. En la fotografía de naturaleza, en un alto porcentaje de las ocasiones, no podemos “eliminar” las líneas del encuadre. Lo que sí podemos hacer, es utilizarlas para promover el mensaje que deseamos llevar con nuestra imagen. Por supuesto, conociendo sus significados y lo que provocan en la percepción del espectador.
¡Feliz día y buena luz!
Muy bueno.
Muchas gracias, me alegra te haya gustado.