Llegas al lugar, ubicas tu sujeto, creas la composición en tu mente, preparas tu equipo, haces tú encuadre y, te preguntas: ¿dónde enfocar?
Es fundamental saber dónde enfocar para obtener el resultado deseado con la mayor calidad posible y maximizando la profundidad de campo disponible. Dónde enfocar va a depender del resultado deseado. En fotografía de paisaje deseamos obtener todo enfocado. Mientras que en fotografía de fauna, plantas o macro en la mayoría de las ocasiones se busca el desenfoque del fondo. Con el objetivo de centrar la atención en el sujeto. La forma en que enfoquemos y desenfoquemos los objetos en la imagen nos ayudará a dirigir la atención del espectador hacia donde deseamos. Al igual, que puede tener valor en la composición por sí mismo.
Dónde enfocar según nuestro mensaje
Saber dónde debemos enfocar pudiera parecer muy sencillo. Enfocamos al sujeto y ya. Ahora bien, lograr que ese enfoque llegue hasta donde yo deseo o comience donde mi composición sea la mejor es otro asunto. Por ejemplo, en las aves o animales en general buscamos enfocar los ojos. Otro ejemplo, como mencionamos anteriormente, en la fotografía de paisaje deseamos “todo” enfocado. Pero, si mi objetivo es que el centro de atención esté en el primer plano podría darle un poco de desenfoque al fondo. Por lo tanto, reforzará la atención en el primer plano de la imagen. Además, haría que la toma ganara mayor sensación de profundidad.
Cuando tengamos dos o más sujetos a diferentes distancias focales, por regla general se espera que el enfoque sea en el sujeto más próximo. Aunque esto no tiene que ser siempre así. Nuestra composición y objetivo determinará cuál será el sujeto que enfocar.
Cómo ejercicio, podemos realizar varias tomas de una imagen cambiando solamente el punto de enfoque. Luego analizar cuál de ellas lleva mejor el mensaje que deseas transmitir y mejora la composición de esta.