Para conocer cómo conseguir una fotografía completamente nítida, o por el otro lado todo lo contrario, necesitamos aprender lo que significa el concepto profundidad de campo. Cuando hablamos en fotografía sobre este tema, nos referimos a la zona de mayor nitidez en nuestra imagen. Esta es uno de los componentes del triángulo de la exposición. Por ejemplo, generalmente, en una fotografía de paisaje buscamos que todo quede enfocado. Sin embargo, en una fotografía macro intentamos mantener solamente el sujeto u objeto enfocado.
De igual forma, la misma está supeditada a la apertura del diafragma y ligada a la velocidad de obturación, entre otras variables. Para lograr una mayor profundidad de campo debemos cerrar más el diafragma. Por tal razón, necesitamos disminuir la velocidad de obturación para poder tener una exposición adecuada.
Apertura del diafragma y la profundidad de campo
La apertura de diafragma se representa con la letra “f”, seguida por un número, el cual es el doble de dos números básicos 1 y 1.4. Mientras menor sea el número mayor será la apertura del diafragma, lo cual permitirá una mayor entrada de luz. Por el contrario, a mayor el número “f”, habrá menor entrada de luz. Esto está directamente relacionado a la profundidad de campo, que es la distancia por delante y por detrás del punto de enfoque que aparece con nitidez en una foto. A menor apertura mayor profundidad y, a mayor apertura menor será ésta.
Maximizar la profundidad de campo ocurre por elegir cuidadosamente el punto de enfoque. Del lugar del encuadre, que hayamos enfocado, dependerá que estemos desaprovechando la profundidad disponible en el plano más cercano o hacia el infinito.

Muchos han oído hablar de bokeh. Bokeh es una palabra japonesa que significa desenfoque o niebla. El bokeh se usa en fotografía con fines creativos y compositivos. Lo que buscamos con éste, es aislar al sujeto u objeto para centrar toda la atención en él. Para poder conseguir este efecto tenemos que conocer cómo trabaja el concepto aquí discutido.