Si le preguntas a los fotógrafos de naturaleza por qué le gusta retratarla, las respuestas serán muy variadas. Es curioso que una persona sienta algo de pereza al madrugar para ir a trabajar. Sin embargo, esa misma persona madruga cargado de energía y felicidad para ir a fotografiar naturaleza. ¿Por qué ocurre esto? Vamos a mencionar varias razones.
A la mayoría de las personas, la naturaleza les transmite una sensación de libertad. Provoca una sensación agradable de bienestar. Escuchar el trino de algún ave o verla moverse en su medio ambiente es una experiencia enriquecedora. Al igual que observar flores, plantas, cascadas, insectos y todo lo demás que encontramos en la naturaleza. La sensación de paz o alegría nos inunda y nos llena. Aun cuando la naturaleza es implacable durante alguna catástrofe ambiental, a muchas personas, estos fenómenos le producen cierta admiración.
Un paisaje natural nos produce felicidad y sentido de pertenencia cuando logramos dedicarle unos minutos o hasta segundos para observarla. Estos paisajes naturales nos estimulan todos los sentidos. Ante un paisaje así, respiramos profundo y con calma, tratando de llenar nuestros pulmones con un poco de esa paz y esa belleza. Por medio de los sentidos tratamos de capturar ese momento. A la vez, nos gustaría que nuestros seres queridos tuvieran la oportunidad de disfrutar ese mismo paisaje o imagen que nosotros estamos observando. Sin embargo, al salir de ese lugar y con el pasar de los días, vamos olvidando detalles hasta que se convierte en un recuerdo agradable, pero vago. Es entonces, cuando nos vamos interesando en la fotografía como medio para preservar esos paisajes o vistas que estamos observando.

Los fotógrafos de naturaleza opinan
Algunos estudiosos del tema afirman que la fotografía de paisajes naturales también se puede utilizar para transmitir conceptos económicos, sociales y hasta políticos. Fotografiar naturaleza, nos enseña a ser más sensibles con los problemas que enfrenta el cuidado y protección del medio ambiente. Nos hace sentir responsables de cuidar y preservar esas bellezas para las generaciones futuras. Dejamos de sentirnos dueños para convertirnos en cuidadores y protectores de esa belleza tan frágil. Aunque la naturaleza en ocasiones puede tener mucho poder, también puede ser muy vulnerable.
Finalizo este escrito compartiendo un mensaje de uno de los fotógrafos de naturaleza español, Antonio Liébana. “La base de esta profesión es el amor y el respeto hacia la naturaleza y, gracias a estos principios (la fotografía de naturaleza) contribuye a concienciar sobre la necesidad de cuidar nuestro único hogar: la Tierra. Sin duda, una profesión vocacional en la que es indispensable amar y respetar lo que fotografías, así como involucrarte en conservar aquello que ves a través de tu cámara. No concibo una cosa sin la otra.”
Te invito a meditar sobre estas palabras y que hagas una autoevaluación de ti como fotógrafo de naturaleza. También de cómo llevar el mensaje de conservación con el uso de esa herramienta tan poderosa que tienes entre tus manos, tu cámara.