El ojo humano es capaz de ver 115 tonalidades del color amarillo. Es llamado el color contradictorio. Está asociado a la felicidad, la alegría y el optimismo. Por otra parte, se le asocia a la envidia, la ira, los celos y la traición. Su uso excesivo puede dar lugar a la irritabilidad.
Es el color del sol, que nos brinda vida. Por esto, está relacionado a la iluminación y al nacimiento del nuevo día, ya que es un color brillante. Se comporta de forma diferente al resto de los colores ya que, se vuelve más brillante cuanto más se satura.
El color amarillo brillante se interpreta como excitante, jovial, animado e impulsivo. Junto al naranja se consideran colores atrevidos. Por esta razón, atraen a la juventud. Mientras que, el amarillo apagado o sucio transmite madurez o vejez; así que, continuamos viendo su contradicción.
El amarillo es el más claro y ligero de todos los colores vivos. Lo ligero, lo pequeño y delicado lo podemos acentuar combinándolo con rosa y blanco. En cambio, representamos la calidez cuando se combina con el rojo y el naranja.
El color amarillo en oriente
En el mundo islámico, el amarillo dorado es el color simbólico de la sabiduría. Al igual, que en el antiguo simbolismo europeo. En la India es el color de los dioses y de los gobernantes. Mientras que, en Asia es el color de la felicidad, de la gloria, de la sabiduría y de la cultura. Para los asiáticos es el color más bello. En China, el amarillo, es el color supremo, el color del yang, es masculino, es el color de los emperadores y del imperio.
El amarillo en la naturaleza
En la naturaleza también continuamos viendo su contradicción. Por un lado, puede representar el nacimiento de un nuevo día o el ocaso de una vida cuando vemos una hoja marchitándose. El amarillo es el color más frecuente en las flores, es el color del verano. Puede representar todas las etapas de la vida: nacer, florecer y madurar.
Esperamos que esta serie de escritos, sobre la psicología del color, les sean de gran ayuda. Como fotógrafos de naturaleza debemos conocer qué puede evocar, psicológicamente, cada color en nosotros y en los observadores de nuestras obras. Así podremos reforzar el mensaje que deseamos transmitir con nuestras imágenes.